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Música y salud: Lo que tiene que saber

¿Puede la música ser buena para usted?

Sí, según un conjunto creciente de investigaciones, escuchar o hacer música afecta al cerebro de formas que pueden ayudar a promover la salud y a controlar los síntomas de las enfermedades.

Interpretar o escuchar música activa una serie de estructuras del cerebro que están implicadas en el pensamiento, la sensación, el movimiento y la emoción. Estos efectos en el cerebro pueden tener beneficios físicos y psicológicos. Por ejemplo, la música provoca que se liberen sustancias químicas en el cerebro (neurotransmisores y hormonas) que pueden evocar reacciones emocionales, recuerdos y sentimientos y promover los vínculos sociales. La música puede incluso afectar a la estructura del cerebro. Se ha comprobado que ciertas estructuras del cerebro son más grandes en los músicos que en los no músicos, y estos cambios son especialmente notables en las personas que comenzaron su formación musical a una edad temprana.

Cada vez hay más pruebas que sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden ser útiles para las afecciones de salud que se producen durante la infancia, la edad adulta o el envejecimiento. Sin embargo, debido a que gran parte de la investigación sobre las intervenciones basadas en la música es preliminar, se ha llegado a pocas conclusiones definitivas sobre sus efectos. Muchos informes sobre los beneficios potenciales de las intervenciones basadas en la música proceden de observaciones de individuos o pequeños grupos de personas. Las pruebas de este tipo son valiosas para sugerir nuevas ideas, pero se necesitan estudios cuidadosamente diseñados y científicamente rigurosos con un mayor número de personas para proporcionar evidencia más sólida sobre si las intervenciones basadas en la música son eficaces para fines específicos.

¿Qué es la musicoterapia?

La musicoterapia es una profesión de la salud en la que se utiliza la música dentro de una relación terapéutica para abordar las necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales. El término “musicoterapia” no es una descripción de un tipo específico de intervención. En cambio, indica la educación, la formación y las credenciales del terapeuta que realiza la intervención.

La musicoterapia puede implicar una serie de actividades diferentes, como la improvisación musical, la escucha de música, la escritura de canciones, la interpretación musical y el aprendizaje a través de la música. Los musicoterapeutas pueden trabajar en muchos entornos diferentes, como hospitales, clínicas ambulatorias, residencias de personas mayores, centros de rehabilitación o escuelas.

Algunas de las intervenciones basadas en la música descritas en esta hoja informativa se ajustan a la definición de musicoterapia, pero otras no. Por ejemplo, las intervenciones basadas en la música que implican la escucha de música grabada suelen ser llevadas a cabo por profesionales de la salud que no son musicoterapeutas (como los enfermeros) y por lo tanto no cumplen con la definición de musicoterapia.

Puede obtener más información sobre la musicoterapia en la página web de la Asociación Americana de Musicoterapia (American Music Therapy Association, sólo disponible en inglés).

¿Puede la música ser perjudicial?

Por lo general, los estudios de investigación sobre las intervenciones basadas en la música no muestran efectos negativos. Sin embargo, escuchar música a un volumen demasiado alto puede contribuir a la pérdida de audición inducida por el ruido. Puede informarse sobre este tipo de pérdida de audición en el sitio web del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (National Institute on Deafness and Other Communication Disorders, o NIDCD, en inglés).

Además, como la música puede estar asociada a fuertes recuerdos o reacciones emocionales, algunas personas pueden sentirse angustiadas por la exposición a piezas o tipos de música específicos. Tocar instrumentos musicales en exceso puede provocar dolores y lesiones. Las intervenciones basadas en la música que implican ejercicio u otros tipos de movimiento también podrían provocar lesiones si no se toman las precauciones de seguridad adecuadas.

¿Qué muestra la investigación sobre las intervenciones basadas en la música para personas con problemas de salud?

Las investigaciones preliminares que se han realizado hasta ahora sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden ser de utilidad para la ansiedad, los síntomas depresivos y el dolor asociados a una serie de afecciones de salud, así como para algunos otros síntomas asociados con la demencia, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y otras afecciones.

Dolor

Como se ha mencionado en otras secciones de esta hoja informativa, existen pruebas de que las intervenciones basadas en la música pueden ayudar a aliviar el dolor asociado a determinadas afecciones de salud. Los dos artículos de revisión que se encuentran a continuación describen las pruebas que indican que la música puede ser útil para aliviar el dolor en general. Las investigaciones más recientes siguen encontrando pruebas de que la música puede ser útil para aliviar el dolor por diversas causas, pero no todos los estudios han demostrado un efecto beneficioso.

  • Una revisión realizada en 2016 analizó 97 estudios (9.184 participantes) sobre intervenciones basadas en la música para el dolor agudo o crónico asociado a una variedad de problemas de salud y procedimientos médicos. Las pruebas generales sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden tener efectos beneficiosos tanto en la intensidad del dolor como en la angustia emocional derivada del mismo, y pueden dar lugar a un menor uso de medicamentos analgésicos.
  • Una revisión realizada en 2017 de 14 ensayos aleatorios (1.178 participantes) de intervenciones basadas en la música para varios tipos de dolor crónico descubrió que las intervenciones redujeron el dolor crónico autodeclarado y los síntomas depresivos asociados, con un mayor efecto cuando la música fue elegida por el participante y no por el investigador. Los participantes del estudio padecían de diferentes afecciones que pueden causar dolor crónico, como cáncer, fibromialgia, esclerosis múltiple u osteoartritis, y la mayoría de las intervenciones consistieron en escuchar música grabada.
  • Muchos, pero no todos, de los estudios más recientes sobre intervenciones basadas en la música para el dolor han obtenido resultados prometedores. Por ejemplo, en estudios recientes, las intervenciones basadas en la música fueron útiles para el dolor asociado al parto, la quimioterapia contra el cáncer, un procedimiento en el que se utilizan ondas de choque para romper los cálculos renales, la extracción de óvulos para la fecundación in vitro, el tratamiento de fracturas nasales y la enfermedad de células falciformes. Sin embargo, la música no pareció ser útil para reducir aún más el dolor moderado tras el uso de un aerosol de lidocaína para la escisión electroquirúrgica con asa (un procedimiento ginecológico). Los resultados de los estudios sobre el dolor durante la cistoscopia (un procedimiento en el que se introduce un tubo en la vejiga) y el dolor durante la colonoscopia fueron inconsistentes.

Ansiedad

Se han evaluado las intervenciones basadas en la música por sus efectos sobre la ansiedad en una variedad de condiciones de enfermedad y entornos de atención médica. En esta sección se dan algunos ejemplos, y otros se analizan en las secciones sobre afecciones de salud específicas. La mayoría de los estudios han arrojado resultados prometedores, excepto los estudios sobre la ansiedad asociada al cuidado dental.

  • Una revisión realizada en 2013 de 26 estudios (2.051 participantes) demostró que escuchar música grabada reducía significativamente la ansiedad en personas que esperaban ser operadas. Sin embargo, en la mayoría de los estudios existía un potencial de sesgo, ya que los investigadores que realizaron los estudios sabían qué participantes habían escuchado música.
  • Una revisión realizada en 2016 de 17 estudios (1.381 participantes) que evaluaron el efecto de las intervenciones basadas en la música sobre la ansiedad en adultos con cáncer sugirió que las intervenciones pueden tener un gran efecto reductor de la ansiedad. Sin embargo, había un alto riesgo de sesgo en los estudios.
  • Una revisión realizada en 2015 de 5 estudios (290 participantes) en personas que se sometían a tratamientos de diálisis sugirió que escuchar música reducía la ansiedad. Sin embargo, estos estudios tienen limitaciones debido a su pequeño tamaño y alto riesgo de sesgo.
  • Una revisión realizada en 2018 concluyó que no está claro si escuchar música es útil para la ansiedad dental. Algunos estudios han sugerido que escuchar música como distracción puede no ser adecuado para reducir la ansiedad en niños o adultos muy ansiosos que se someten a un tratamiento dental. Los tipos más activos de intervenciones basadas en la música (por ejemplo, una técnica de relajación asistida por música que se enseñe al paciente de antemano) podrían ser útiles en entornos dentales, pero no se han evaluado en estudios formales.

Trastorno del espectro autista (TEA)

No se sabe si las intervenciones basadas en la música son útiles para las personas con TEA.

  • Una revisión realizada en 2021 de 22 estudios (850 participantes) sobre la musicoterapia para niños con TEA no pudo llegar a ninguna conclusión definitiva sobre si añadir la musicoterapia a su atención es beneficioso, aunque algunos estudios tuvieron resultados prometedores. Por ejemplo, algunos estudios de musicoterapia educativa (que incluyen técnicas como los juegos musicales) mostraron posibles beneficios en el habla de los niños, y algunos estudios de musicoterapia de improvisación (en la que los niños producen música) mostraron posibles beneficios en el funcionamiento social.
  • Un estudio especialmente notable sobre la musicoterapia para niños con TEA (que se incluyó en la revisión descrita anteriormente) fue un ensayo multinacional en el que participaron 364 niños de 9 países. Es el estudio más extenso realizado hasta ahora y su diseño fue especialmente riguroso. En este estudio, la gravedad de los síntomas relacionados con las dificultades en la comunicación social no difirió entre los niños que recibieron musicoterapia junto con la atención estándar y los que solo recibieron la atención estándar.

Cáncer

Las pruebas preliminares sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden ser útiles para varios tipos de angustia en personas con cáncer.

  • Una revisión realizada en 2021 de ensayos controlados aleatorios (estudios en los que los participantes fueron asignados al azar a un grupo de intervención basado en la música o a un grupo de control), que incluyó 81 ensayos y 5.576 participantes, concluyó que en los adultos con cáncer, las intervenciones musicales pueden tener un gran efecto reductor de la ansiedad, un efecto beneficioso moderadamente fuerte sobre la depresión, un efecto moderado de reducción del dolor y un gran efecto sobre la calidad de vida. La mayoría de los ensayos tenían un alto riesgo de sesgo, por lo que sus resultados deben interpretarse con precaución. Solo siete de los estudios incluidos en esta revisión incluían a niños. Dos de estos estudios sugirieron un efecto beneficioso sobre la ansiedad; no se pudo llegar a ninguna otra conclusión debido a la escasa cantidad de pruebas disponibles.
  • Una revisión realizada en 2021 de 11 estudios (491 participantes) sobre intervenciones musicales para niños y adolescentes con cáncer, que incluía algunos estudios menos rigurosos que un ensayo controlado aleatorio, encontró pruebas que sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden disminuir la ansiedad, el dolor percibido y los síntomas de depresión y mejorar el estado de ánimo, la autoestima y la calidad de vida.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Una revisión sistemática realizada en 2021 de 12 estudios (812 participantes) mostró que las intervenciones basadas en la música eran útiles para la falta de aire, la ansiedad y la calidad del sueño en adultos con EPOC, pero no lo eran para la depresión. Debido a que los estudios fueron breves (de varios días a 12 meses) y a que los investigadores midieron los efectos de diferentes maneras en distintos estudios, existe cierta incertidumbre sobre las conclusiones.

Deterioro cognitivo y demencia

Se está investigando mucho sobre los posibles beneficios de las intervenciones basadas en la música para las personas con deterioro cognitivo o con diversos tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer. Pruebas limitadas sugieren que las intervenciones basadas en la música pueden mejorar el bienestar emocional, los desafíos de comportamiento y la calidad de vida de las personas con estas afecciones. No está claro si las intervenciones tienen beneficios para el funcionamiento cognitivo; los efectos podrían depender de la población estudiada o del tipo de intervención utilizada.

  • Una revisión realizada en 2018 evaluó 22 estudios (1.097 participantes) sobre intervenciones basadas en la música para personas con demencia que vivían en instituciones. Algunas de las intervenciones fueron receptivas (escuchar música), otras fueron activas (cantar, tocar instrumentos, moverse al ritmo de la música) y otras fueron una combinación de ambas. Las pruebas de estos estudios indicaron que las intervenciones basadas en la música probablemente reducen los síntomas depresivos y mejoran los desafíos de comportamiento en general. También pueden mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida y reducir la ansiedad. Sin embargo, las intervenciones pueden tener poco o ningún efecto sobre la agitación, la agresión o la función cognitiva.
  • Una revisión realizada en 2021 analizó 21 estudios (1.472 participantes) de personas con deterioro cognitivo leve o demencia leve o moderada; algunas de las personas estudiadas vivían en instituciones, pero otras vivían en la comunidad. Todas las intervenciones musicales fueron activas; no se incluyeron los estudios que solo implicaban escuchar música. Nueve de los estudios (495 participantes) se incluyeron en un análisis cuantitativo de los efectos sobre el funcionamiento cognitivo; este análisis indicó que las intervenciones basadas en la música tuvieron un pequeño efecto beneficioso. También hubo algunas pruebas de los efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo y la calidad de vida.

Depresión

Una revisión realizada en 2017 analizó 9 estudios (421 participantes) de intervenciones basadas en la música en personas adultas o adolescentes con depresión. Hubo pruebas de calidad moderada de que añadir intervenciones basadas en la música al tratamiento habitual mejoraba los síntomas de la depresión en comparación con el tratamiento habitual solo. Las intervenciones basadas en la música también ayudaron a disminuir los niveles de ansiedad y a mejorar el funcionamiento de las personas con depresión (por ejemplo, su capacidad para mantener la participación en el trabajo, las actividades y las relaciones).

Fibromialgia

Una revisión sistemática realizada en 2020 de 7 estudios (334 participantes) encontró evidencia de que las intervenciones basadas en la música eran beneficiosas para el dolor, la depresión y la calidad de vida de las personas con fibromialgia. Sin embargo, la cantidad de investigaciones era limitada y la calidad de las mismas era baja.

Esclerosis múltiple

Una revisión realizada en 2021 sobre las intervenciones basadas en la música para personas con esclerosis múltiple (10 ensayos, 429 participantes) encontró pruebas consistentes de que las intervenciones eran beneficiosas para la coordinación, el equilibrio, algunos aspectos de la marcha y el caminar, el estado emocional y el dolor, pero no se observó ningún efecto para la fatiga mental o la memoria.

Enfermedad de Parkinson

Los investigadores están evaluando los beneficios potenciales de varios tipos de intervenciones basadas en la música para los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

  • Estimulación auditiva rítmica. La estimulación auditiva rítmica utiliza sonidos pulsados (como los producidos por un metrónomo) para ayudar a las personas a sincronizar sus movimientos con el ritmo de los sonidos. Esta técnica se utiliza para ayudar a las personas con la enfermedad de Parkinson a mejorar su capacidad para caminar. Un análisis realizado en 2021 de 5 estudios (209 participantes en total) mostró mejoras significativas en la velocidad de la marcha y la longitud de la zancada en personas con enfermedad de Parkinson que participaron en la estimulación auditiva rítmica. Sin embargo, la calidad de la evidencia era baja y el número de estudios y participantes era reducido.
  • Terapia de movimiento basada en la música. La terapia de movimiento basada en la música combina actividades físicas como la danza o los ejercicios rítmicos con la música. Las terapias que conllevan actividad física han demostrado ser útiles para una serie de síntomas de la enfermedad de Parkinson. Añadir música a la terapia podría tener beneficios adicionales al proporcionar señales auditivas para el movimiento y al hacer las actividades más agradables. Un análisis realizado en 2021 de 17 estudios (598 participantes) sobre la terapia de movimiento basada en la música mostró pruebas de mejoras en la función motora, el equilibrio, la congelación de la marcha, la velocidad de la marcha y la salud mental, pero no en la cadencia de la marcha, la longitud de la zancada o la calidad de vida.
  • Canto. Los beneficios potenciales del canto para las personas con enfermedad de Parkinson se han estudiado principalmente en términos de sus efectos sobre el habla. En una revisión realizada en 2016 de 7 estudios (102 participantes), 5 estudios encontraron alguna evidencia de un efecto beneficioso en el habla.

Bebés prematuros

Las intervenciones basadas en la música se utilizan ampliamente en las unidades de cuidados intensivos neonatales. Sin embargo, las pruebas de los beneficios fisiológicos para los recién nacidos son limitadas.

  • En una revisión realizada en 2020 de 16 estudios (826 bebés), 12 de los estudios encontraron algunas pruebas de beneficios en los resultados fisiológicos (como la frecuencia cardíaca o la saturación de oxígeno), pero varios de los estudios incluyeron solo un pequeño número de bebés y los métodos de intervención utilizados variaron de un estudio a otro. Los revisores llegaron a la conclusión de que los datos actuales son insuficientes para confirmar los beneficios fisiológicos. No se observaron efectos perjudiciales de las intervenciones basadas en la música en los estudios incluidos en esta revisión.

Esquizofrenia

Las intervenciones basadas en la música se han evaluado como tratamientos complementarios (adiciones al tratamiento habitual) para personas con esquizofrenia. Una revisión realizada en 2020 de 18 estudios (1.212 participantes) indicó que las intervenciones complementarias basadas en la música pueden mejorar un grupo de síntomas de la esquizofrenia conocidos como “síntomas negativos”, como la disminución de la emoción y la desatención a uno mismo, así como los síntomas de la depresión y la calidad de vida. Sin embargo, las intervenciones basadas en la música no redujeron los “síntomas positivos”, como las alucinaciones y los delirios. La calidad de las pruebas fue baja.

Problemas de sueño

Escuchar música puede mejorar la calidad del sueño en personas con insomnio.

  • Una revisión realizada en 2022 analizó 13 estudios (1.007 participantes) que examinaron el efecto de escuchar música grabada en personas con insomnio. Los estudios sugirieron que la música no tenía ningún efecto sobre la gravedad del insomnio en comparación con la ausencia de tratamiento o el tratamiento habitual. Sin embargo, las pruebas de certeza moderada sugieren que escuchar música tiene un efecto beneficioso en la calidad subjetiva del sueño. Los estudios también proporcionaron pruebas de baja certeza de que escuchar música podría ayudar a mejorar la velocidad para conciliar el sueño, la duración del sueño y la cantidad de tiempo que una persona está dormida en comparación con el tiempo total que pasa en la cama.
  • Es común que las personas mayores tengan problemas para dormir. Una revisión realizada en 2021 analizó 16 estudios sobre intervenciones basadas en la música para el sueño en adultos mayores (812 participantes); 11 estudios evaluaron la escucha de música y los otros 5 evaluaron intervenciones más complejas. Los resultados fueron mixtos, ya que algunos estudios sugirieron que las intervenciones musicales eran útiles, mientras que otros no.

Estrés

Las intervenciones basadas en la música, en particular la musicoterapia, pueden ser útiles para mejorar los marcadores físicos y psicológicos asociados al estrés, según dos revisiones relacionadas.

  • En una revisión realizada en 2020 con 104 estudios (9.617 participantes), los investigadores analizaron los efectos de una variedad de intervenciones basadas en la música sobre medidas asociadas al estrés, incluyendo tanto medidas físicas (ritmo cardíaco, presión arterial y niveles de hormonas relacionadas con el estrés) como psicológicas (ansiedad, nerviosismo, inquietud y sentimientos de preocupación). Las intervenciones basadas en la música tuvieron un efecto beneficioso de pequeño a mediano en las medidas físicas y un efecto beneficioso de mediano a grande en las medidas psicológicas.
  • Una segunda revisión analizó 47 estudios (2.747 participantes) de musicoterapia (excluyendo otras intervenciones basadas en la música) y encontró un efecto beneficioso general de medio a grande en los resultados relacionados con el estrés. Los efectos fueron mayores que los observados en la revisión más amplia. Los investigadores que realizaron la revisión sugirieron que la posibilidad de que los musicoterapeutas adapten las intervenciones a las necesidades de cada paciente podría explicar la diferencia.

Ataque cerebral (ACV)

Las intervenciones basadas en la música pueden ser útiles en la rehabilitación de personas que han sufrido un ACV. Una revisión realizada en 2019 de 27 estudios (730 participantes) encontró efectos positivos en el estado físico (actividad de las extremidades superiores, varios aspectos de la marcha, equilibrio), la cognición (prestar atención, comunicación) y el estado de ánimo. En particular, la estimulación auditiva rítmica (que implica el uso de un metrónomo combinado con actividades físicas) tuvo efectos beneficiosos sobre la marcha y el equilibrio, y la musicoterapia receptiva (que implica escuchar música mientras se realiza otra tarea) fue útil para el estado de ánimo y algunos aspectos de la función cognitiva.

Tinnitus

Tinnitus es el síntoma que la gente suele describir como un “zumbido en los oídos”, aunque también puede sonar como un rugido, un chasquido, un silbido o un zumbido. Puede deberse a la pérdida de audición inducida por el ruido, a la obstrucción del conducto auditivo por la cera, a las infecciones de oído o de los senos paranasales o a otras afecciones de salud, o al empezar o dejar de tomar diversos medicamentos. A veces, el tinnitus no tiene una causa evidente.

  • Terapias de sonido. Se han utilizado varios tipos de sonidos, incluida la música, para intentar enmascarar el tinnitus. Sin embargo, según una revisión de 2019 de los estudios realizados hasta ese momento, los efectos de estas terapias de sonido son modestos; pocas personas logran una remisión completa del tinnitus con las terapias de sonido.
  • Musicoterapia con muescas. Se ha sugerido un tipo específico de musicoterapia llamado musicoterapia “con muescas” como una posible forma de reducir la gravedad del tinnitus. La musicoterapia con muescas consiste en escuchar música modificada para eliminar los sonidos cercanos a la frecuencia del sonido del tinnitus que percibe el paciente. Dos estudios recientes que compararon la música con muescas con la música convencional no encontraron que la música con muescas fuera más útil para reducir los síntomas o el impacto del tinnitus. Sin embargo, algunos estudios anteriores sugerían que la intensidad de los sonidos del tinnitus podía reducirse con la musicoterapia con muescas.

Investigación apoyada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NCCIH)

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, en asociación con la Dotación Nacional para las Artes, patrocinan una iniciativa llamada Sound Health (Salud Sonora) para aumentar la comprensión del efecto de la música en el cerebro y las posibles aplicaciones clínicas. Los primeros proyectos de investigación de Sound Health comenzaron en 2019. Algunos proyectos investigan el mecanismo de acción de la música en el cerebro y cómo puede aplicarse para tratar los síntomas de trastornos como la enfermedad de Parkinson, el ACV y el dolor crónico. Otros estudian los efectos de la música en el cerebro en desarrollo de los niños.

Los temas de los estudios apoyados por el NCCIH dentro de la iniciativa Sound Health incluyen:

  • Los efectos de las intervenciones basadas en la música sobre el neurodesarrollo y la respuesta al dolor en los bebés prematuros.
  • El uso de señales rítmicas autogeneradas para mejorar la marcha en personas con la enfermedad de Parkinson.
  • El impacto de las intervenciones de canto en los marcadores de salud cardiovascular en personas mayores con enfermedades cardiovasculares.

En colaboración con la Fundación para los NIH y la Fundación Renée Fleming, los NIH están desarrollando un conjunto de recursos para realizar intervenciones rigurosas, reproducibles y bien potenciadas basadas en la música para los trastornos cerebrales del envejecimiento, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y el ataque cerebral. En 2021, se celebraron tres talleres para recopilar aportes de expertos en diversos campos relevantes, y se publicó una solicitud de información para obtener la opinión de las partes interesadas. Cuando se publique el conjunto de recursos, se probará de forma piloto en proyectos de demostración. El NCCIH está desempeñando un papel principal en este esfuerzo.

Para información adicional

Centro de Información del NCCIH

El Centro de Información del NCCIH proporciona información sobre el NCCIH y los enfoques de salud complementarios e integrativos, incluidas publicaciones y búsquedas en bases de datos federales de literatura científica y médica. El Centro de Información no ofrece asesoría médica, recomendaciones de tratamiento ni referencias a médicos.

Número gratuito en los Estados Unidos: 1-888-644-6226 (asistencia en inglés y español)
Servicio de retransmisión de telecomunicaciones (TRS): 7-1-1
Sitio web: nccih.nih.gov
Correo electrónico: info@nccih.nih.gov

Conozca la Ciencia

NCCIH y los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) proveen herramientas para ayudarle a entender los conceptos básico y la terminología de la investigación científica para que pueda tomar decisiones bien informadas sobre su salud. Conozca la Ciencia (Know the Science, disponible sólo en inglés) cuenta con una variedad de materiales, que incluyen módulos interactivos, cuestionarios y videos, así como enlaces a contenidos informativos de recursos Federales diseñados para ayudar a los consumidores a comprender la información sobre la salud.

Cómo encontrar y evaluar recursos en línea

Ensayos clínicos

Principales referencias

Bibliografía adicional

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Agradecimientos

El NCCIH agradece a Wen Chen, Ph.D., Emmeline Edwards, Ph.D. y David Shurtleff, Ph.D. del NCCIH, por revisar esta hoja informativa.

Esta publicación no tiene derechos de autor y es de dominio público. Se recomienda su reproducción.

El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral ha suministrado este material para su información. No pretende sustituir los conocimientos médicos ni las recomendaciones de los profesionales de la salud. Lo alentamos a que consulte al profesional médico que corresponda acerca de cualquier decisión sobre el tratamiento o la atención. La mención de un producto, servicio o terapia en este documento de ninguna manera significa que cuenta con el respaldo del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral.

Actualizado: setiembre de 2022